viernes, 3 de febrero de 2012

Leer algo cercano.Un ejemplo bueno y breve.



 A través de una situación muy común en estos tiempos, vemos como alguién sabe hacer uso de una buena  resiliencia, ver una oportunidad y utilizar un aprendizaje (no el fracaso) a través de una historia personal. Interesante proceso. Me duró "dos ratos". Está muy bien para los que estamos haciendo cambios...¡que somos muchos...!

EL GANCHILLO DE LA ABUELA, HOY ES MIO.


Si tenéis la gran suerte de tener a " esa abuelita" activa, todavía, no dejéis de pedirla que os obsequie con una colcha de ganchillo de las de los "años 70".

Ahora hay que encontrarlas de debajo de las piedras, porque lógicamente las que mas valor tienen, son las de nuestras abuelas. Aunque el gran mérito es poder hacernos una nosotras mismas. Yo estoy en ello, no es tan complicado.
Incluso tenemos vídeos a disposición  en " you tube" para saber dominar el hilo, la aguja, las cadenetas, el punto de arroz, o añadirle un "crochet" como en esta de debajo.


Tanto, una toalla rematada con ganchillo,como una mantita de sofá, una colcha o un cojín, puede dar un toque muy acogedor, rustico, hogareño y desenfadado a tus espacios.

Las colchas o las mantitas, siempre me recuerdan... al olor de las casas del pueblo, al ruido que los viejos arcones desprenden al abrirse con la ropa antigua guardada, al olor de las ascuas de la estufa, a olor que emana sutilmente un libro abierto, a café, a hogar...

En Zara Home, ya puedes encontrar cojines de ganchillo y en esta primavera seguro que traen alguna colcha.

¡¡¡Me parecen preciosas, alegres y ultra-femeninas!!